jueves, 31 de marzo de 2011

2ª ENTREGA

                          
Yo creo que ya lo voy cogiendo, ¿y vosotros?





El juego de «singles» o individuales 

El jugador que sirve se coloca detrás de la línea de fondo cerca de la señal central, mientras que el receptor se sitúa inmediatamente detrás de su línea de fondo, cubriendo igualmente ambos lados del rectángulo de servicio. 

El jugador que sirve ajusta su posición para crear mayores ángulos contra el receptor, y éste puede ajustar su posición para contrarrestar cualquier cambio de colocación por parte del tenista que ejecuta el servicio.

El jugador que sirve y el receptor están colocados aproximadamente a 1 metro por detrás de la línea de fondo cerca de la señal central. Los jugadores ajustarán sus posiciones para llegar a los diversos ángulos y profundidades de los golpes. 

Los jugadores pueden decidir subir a la red, hasta situarse a unos 2 o 3 metros de la misma, desde donde ajustarán todavía sus posiciones para hacer frente a la diversidad de ángulos, profundidades y alturas de los golpes. 

Las posiciones en la pista no son nunca fijas, sino que deben reflejar la marcha del juego.

Tácticas básicas del juego de singles

1.- Mantén buenas posiciones en la pista. Cuanto mejor sea tu posición sobre la pista en relación con el juego, más fácil será ejecutar el golpe. 

2.- Entra la pelota dentro de los límites que marcan las líneas. Golpea a la pelota con precisión para alcanzar tus objetivos tácticos. 

3.- Haz correr a tu adversario. Esto limita su percepción de la bola, su raciocinio y su coordinación. 

4.- Explota cualquier punto débil. 

5.- Coge a contrapié a tu contrincante. Este es el principio del arte de no jugar según un comportamiento obvio. 

6.- Sé consciente del juego de porcentajes. 

7.- Sé consciente tanto de tus puntos fuertes como de los débiles. Cuanto más correcta sea tu habilidad técnica, más oportunidades tendrás de aplicar tu plan táctico. 

8.- Ten paciencia. 

9.- Desarrolla un plan de juego.

La mayoría de jugadores son conscientes de la necesidad de moverse rápidamente para hacer frente a los golpes del contrincante, pero fallan en la utilización de esos mismos movimientos rápidos para recuperar una buena posición de espera en relación con el juego. Aprende a situarte en una posición adecuada después de tus propios golpes buenos: si no lo haces así, perderás toda oportunidad de superioridad táctica. Recuerda siempre las posiciones básicas en la pista. 

Procura golpear a la pelota de modo que el lanzamiento sea profundo. Si puedes, mantén a tu adversario detrás de la línea de fondo, desde donde le será muy difícil dar un golpe vencedor. 

No tienes que pegar golpes «vencedores» para ganar los partidos. La mayoría de partidos se pierden porque un jugador comete demasiados errores. Si siempre devuelves la pelota dentro de los límites de las líneas estás forzando a tu contrincante a perder el partido. El buen jugador consigue un equilibrio entre la consistencia y la agresividad. 

Haz correr a tu adversario. 

Es importante asegurarse de que el adversario tenga poco tiempo para ejecutar sus golpes, al obligarle a cambiar su posición para pegarle a la bola. 

Es fácil afinar un golpe si se ejecuta habitualmente desde la misma posición. Así pues, si no quieres que tu contrincante mantenga su ritmo, debes moverle en todas direcciones de la pista, de tal modo que no pueda anticiparse. 

Desde los primeros golpes de calentamiento antes de un partido debes evaluar el juego de tu adversario y buscar cualquier punto débil. Una vez lo hayas descubierto, recuérdalo y utilízalo en provecho propio. 

Existe el riesgo de que si cargas demasiado frecuentemente el juego sobre su punto débil, el contrincante se ponga en guardia, y entonces empiece a situarse de modo diferente para eludir este continuo ataque y escapar a la trampa que le tendías. No te excedas por tu parte y oblígale a tener que adivinar hacia dónde le enviarás las pelotas. 

Coge a contrapié a tu contrincante.

Probablemente éste sea uno de los movimientos tácticos más satisfactorios. Es una consecuencia directa de conseguir desplazar a tu contrincante de un lado a otro. Continuando esta tónica de juego, tu contrario empezará a anticiparse a la próxima bola y posiblemente se moverá demasiado pronto, lo cual te permitirá colocar la pelota en dirección opuesta. 

Una advertencia: Esta táctica funciona casi siempre con los jugadores que se mueven bien y rápidamente. El jugador más lento está todavía en la misma zona de la pista cuando decides colocar la pelota a contrapié y, por tanto, resultará que la está esperando. 

El juego de porcentajes. 

Hay que conocer siempre bien la propia capacidad para colocar la pelota dentro de los límites de las líneas (consistencia y seguridad) y para realizar un juego con golpes de ataque (agresividad). Debes ser capaz de evaluar tus posibilidades de éxito al ejecutar un determinado golpe, según tu experiencia anterior en los entrenamienos y en los partidos. Basándote en esa información, debes seleccionar un golpe con alto porcentaje de éxito que sea adecuado para tu situación actual.

Las cuatro reglas de oro del juego de porcentaje 

Existen cuatro reglas de oro sobre el juego de porcentajes en los partidos: 

1.- Procura entrar siempre tu primer servicio. 
2.- Procura que tu pelota de resto entre siempre en juego. 
3.- Procura siempre que tu primera volea entre en juego. 
4.- Si tienes dudas, ejecuta tu golpe más seguro.

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